En un mercado complejo, competitivo, con una diversificada oferta y amplia difusión de la misma, no representa una novedad el hecho de tener que diferenciar nuestros productos y servicios de los de la competencia. Por más simple y obvio que parezca, la tan vapuleada diferenciación requiere de un esfuerzo que va más allá del simple discurso, debido a que la identidad, es decir, aquello que nos distingue de los otros, se constituye no solo en lo que decimos que somos, sino de cómo nos reconoce y valora el mercado.

En primera instancia para definir lo que se es como empresa, resulta relevante el conocimiento profundo sobre los elementos técnicos, materiales y humanos, por ser los que le proporcionan unidad y forma a la entidad. Como es de esperar, si cualquiera de estas partes presenta una falla, alteración o desviación de lo previamente establecido, se manifestará como una falta de coherencia entre las partes, por ser interdependientes entre sí.

Dejando afuera el hecho que en el mantenimiento y control de una empresa también intervienen factores externos, como las condiciones sociales y económicas de los mercados locales y/o mundiales, es posible señalar que, por lo general, internamente la empresa posee un mayor control de los elementos técnicos y materiales que sobre el humano, debido a que las acciones de los individuos están mediatizadas por lo que ha observado e interpretado, es decir, su experiencia personal, la que a la larga podría entorpecer la aplicación práctica de los objetivos o lineamientos idealmente propuestos por la institución.

En este sentido, la antropología como ciencia que estudia el comportamiento humano, se ha transformado en un valioso instrumento que permite abordar estas y otras problemáticas asociadas a la realidad interna y externa de la empresa, ya que a través de su mirada holística rescata y analiza las distintas variables que intervienen en su funcionamiento. Para llevar a cabo su objetivo se vale de la etnografía, eficaz método de investigación que proporciona información representativa sobre cómo piensan, sienten y actúan los individuos u organizaciones a los que se desea conocer, ya que se basa en datos recogidos por medio de observación in situ, así como con entrevistas con informantes calificados.
En virtud de lo anteriormente expuesto, los resultados obtenidos a la luz de este tipo de investigaciones aplicadas a la realidad de la empresa, constituyen un aporte en el desarrollo de la identidad grupal, cual potencial, ya que al incorporar la visión de los propios involucrados en los nuevos planes, estrategias o intervenciones, la tendencia será a colaborar y no a oponer resistencia, como pudiese ocurrir cuando los análisis son realizados sin participación directa de los miembros del grupo en cuestión.

En este contexto, la disciplina antropológica pasa a ser una intermediaria o traductora entre las distintas partes involucradas, así como también un cabo de anclaje en momentos en que la única certeza es el cambio permanente, permitiendo de esta forma dar paso a procesos adaptativos y evolutivos que respondan a las exigencias del mercado, pero respetando también la dinámica propia e identidad de la empresa, lo que finalmente se verá traducido en un funcionamiento eficaz y coordinado de la empresa con su entorno.

Romina Venegas G.
Antropóloga
Gerente de Estudios.

ILIA Consultores como ya se ha mencionado, ha desarrollado su metodología de trabajo basada, tanto en la experiencia propia, como la de importantes profesionales del mundo académico y empresarial. Hemos incorporado a las técnicas comúnmente estudiadas en las universidades y centros de formación profesional, aquellos elementos que la práctica y el conocimiento de los mercados nos han entregado.

Individualidad

Los estudios de mercado, al igual que una partida de ajedrez, debe enfrentarse de forma dinámica, no es posible aplicar la misma técnica en cada oportunidad. Los mercados son dinámicos y todas las empresas son diferentes, lo que hace que cada estudio debe ser único, dirigido y desarrollado de acuerdo a lo que la empresa necesita, requiere o anhela.

Tratamiento

Para ILIA Consultores, las investigaciones no son problemas a resolver, son situaciones a las cuales hay que dedicarles tiempo y atención para obtener de ellas el máximo de información de valor posible. Que permita generar oportunidades, maximizar los beneficios y rentabilidad de las empresas.
Nuestra metodología, modo de enfrentar y observar a las empresas y los mercados, la basamos en la Teoría del Iceberg, aquella que nos indica que sólo un décimo del contenido es visible. Muchas actividades del quehacer empresarial han utilizado esta teoría, pero en nuestro caso, la basamos en una concepción más profunda y aplicada a la realidad de cada organización.

Algunos Errores Comunes en Estudios de Mercado

1. Como individuos no somos representativos del mercado, puede tenerse la percepción o idea de que muchos amigos, conocidos y/o familiares tienen el mismo comportamiento que uno, asumiendo con ello, que esto es aplicable a un número significativo de individuos.

2. No siempre escucharemos lo que queremos o creemos. Aunque parezca de perogrullo, en muchas oportunidades las empresas realizan estudios para escuchar lo que desean y no lo que en realidad el mercado les esta diciendo.

3. Tamaños de muestra incorrectos, o muestras dirigidas son frecuentes encontrarlas en estudios e investigaciones de mercado, lo cual reduce significativamente la calidad y validez de la información obtenida

Recomendaciones

Los estudios de mercado y las investigaciones, no deben realizarse sólo por cumplir un estándar de calidad o tener un poco de información para generar estadísticas básicas. El no tener una visión clara de lo que se hará, en base a los requerimientos y necesidades específicas, puede generar la acumulación de muchos datos, donde su único objetivo válido será, ocupar espacio y agotar recursos importantes de la empresa.